No lo digo yo. Lo dice Save the Children: «El vínculo entre masculinidad y violencia tiene consecuencias nocivas para el desarrollo de los niños, además de estar en la base de la violencia de género en las relaciones afectivas».
La organización ha hecho público recientemente un informe que alerta de que las parejas adolescentes normalizan la violencia de género y repiten patrones y roles sexistas en sus relaciones. ¿Y qué propone Save the Children? «Prevención de la violencia de género en edades tempranas para evitar situaciones de violencia durante la adolescencia y la edad adulta». Piden al Estado más dotación presupuestaria para la Ley de Protección Integral de la Infancia y la Adolescencia frente a la Violencia. Es decir, más recursos.
Porque este es uno de los grandes problemas. No hay suficiente presupuesto destinado a Educación ni a políticas sociales, en ninguno de los niveles de la administración pública. No es que no haya dinero, es que no está bien distribuido.
Las familias y los equipos docentes tenemos la responsabilidad de formarnos en educación afectiva y sexual, y de ofrecer espacios de diálogo a nuestras hijas e hijos. Educación sexual como prevención de los abusos y las violencias. Esto sucede en otros países: educación sexual integral, profesorado formado, familias implicadas y asistencia obligatoria para el alumnado. Países donde hay recursos para estas acciones.
Desde las familias que formamos parte de Escoles Coeducativas, junto con La Ciranda y Hora Bruixa, hemos organizado la campaña y charla «Stop Violencias. Cuestionar las masculinidades en la infancia, pubertad y adolescencia», a cargo de Júlia Sánchez de La Ciranda, a la que asistieron más de 200 personas.
La experta habló de diversos pretextos cotidianos para cuestionar la construcción de la identidad masculina tradicional, hegemónica, violenta y abusiva. También ofreció nuevos recursos para prevenir las violencias de género y proporcionar nuevos marcos de referencia a niños, chicos y jóvenes para vivirse y relacionarse con más conciencia, desde el respeto, el cuidado y el buen trato.
Desde la sociedad civil podemos actuar, desde las áreas de Feminismos e Igualdades de las administraciones se puede actuar. Pero es necesario abordar las violencias contra las mujeres con implicación y acciones reales desde todas las concejalías, consejerías y ministerios de la administración pública, así como desde el poder judicial.
Porque no debemos olvidarlo nunca: las violencias contra las mujeres nos avergüenzan y nos denigran como especie que habita este planeta.
Artículo publicado en Nació Digital, el 22 de noviembre de 2021.