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Realidades invisibilizadas y estereotipos en las imágenes de los planes de igualdad de empresa

Estereotipos En El Imaginario Visual De Los Planes De Igualdad De Empresa Sumadiversitat

En la era de la comunicación visual, donde las imágenes construyen narrativas tan (o más) poderosas que las palabras, la representación gráfica de los planes de igualdad en las empresas juega un papel crucial. Pero, en muchas ocasiones, refuerzan estereotipos y excluyen realidades diversas.

Las imágenes utilizadas en materiales corporativos, campañas y planes de igualdad responden a patrones visuales dominantes que perpetúan una visión homogénea de la sociedad. La falta de diversidad en estos contenidos refuerza prejuicios. 

Aquí tienes las principales omisiones y sesgos recurrentes en estos materiales.

1. Diversidad Racial y Étnica: La Homogeneización Blanca

Predominan imágenes de personas blancas en roles de liderazgo y en situaciones de trabajo colaborativo, mientras que las personas negras, latinas, asiáticas, indígenas y de otras etnias son escasamente representadas o relegadas a posiciones secundarias.

Además, la representación de personas birraciales o multirraciales sigue siendo mínima, lo que refuerza la idea errónea de que la diversidad es un aspecto anecdótico y no una realidad cotidiana en el mundo laboral.


2. Diversidad Funcional: Invisibilización de la Discapacidad

La representación de personal en sillas de ruedas, prótesis, muletas u otros dispositivos de apoyo es inexistente. La falta de representación de personas con discapacidades sensoriales, como personas sordas o ciegas, refuerza la percepción de que la discapacidad y la diversidad funcional no forman parte de la realidad empresarial.


3. Diversidad Corporal: La Exclusión de los Cuerpos No Normativos

Las imágenes corporativas suelen representar cuerpos delgados y estilizados, alineados con los estándares de belleza hegemónicos. Se omite la diversidad corporal, excluyendo a personas gordas o con tipos de cuerpo distintos a los normativos. La falta de representación de diferentes estaturas y complexiones crea una imagen sesgada de los entornos laborales, donde solo los cuerpos “aceptables” parecen tener cabida.


4. Estereotipos de Género en la Apariencia: El Rol de la Imagen Personal

El imaginario visual de los planes de igualdad refuerza estereotipos de género tradicionales. Las mujeres aparecen con cabello largo, maquillaje y vestimenta que responde a estándares convencionales de feminidad, mientras que los hombres son representados con cabello corto, trajes formales y poses de liderazgo.

Además, la ausencia de personas con expresiones de género no normativas o con estilos andróginos refuerza la idea de que solo existen dos formas aceptadas de presentarse en el entorno laboral: masculina o femenina. Esto excluye a personas trans, no binarias y de género fluido.

5. Diversidad de Edad: Juventud Sobrerrepresentada

Las imágenes de equipos de trabajo suelen estar dominadas por personas jóvenes, lo que invisibiliza a las personas mayores en el ámbito laboral. Edadismo, vamos. La falta de representación intergeneracional refuerza la idea de que solo la juventud es sinónimo de productividad e innovación, dejando de lado la experiencia y el conocimiento que aportan las generaciones mayores.

6. Diversidad de Orientación Sexual e Identidad de Género: La Heteronormatividad como Norma

Se muestran parejas heterosexuales en contextos familiares o profesionales, mientras que las personas LGBTQIA+ apenas tienen visibilidad. Lo que refuerza su exclusión y falta de reconocimiento en el ámbito laboral.

7. Diversidad Familiar: El Modelo Tradicional como Único Referente

El modelo de familia nuclear sigue dominando las representaciones visuales en los planes de igualdad. Apenas se incluyen familias monoparentales, homoparentales, familias extensas o reconstituidas, lo que perpetúa una visión limitada de las estructuras familiares contemporáneas.

Hacia una Representación Visual Más Inclusiva

Para que los planes de igualdad sean realmente transformadores, hay que revisar la representación visual con un enfoque crítico y diverso. Algunas recomendaciones clave incluyen:

  • Consultoría especializada: Trabajar con profesionales en diversidad e inclusión para revisar los materiales visuales.
  • Casting inclusivo: Incluir a personas con diversas identidades en las imágenes utilizadas en campañas y documentos.
  • Uso de ilustraciones y fotografías diversas: Incorporar bancos de imágenes que representen la diversidad en todas sus dimensiones.
  • Narrativas visuales interseccionales: Mostrar historias y realidades que reflejen múltiples formas de discriminación y opresión.
  • Equipos creativos diversos: Contar con personas de diferentes orígenes en la producción de contenido para evitar sesgos inconscientes.

La imagen que acompaña un mensaje sobre igualdad no es un simple adorno: es una declaración de intenciones. Si queremos un mundo más justo y equitativo, asegurémonos que las representaciones visuales sean tan inclusivas y diversas como la sociedad a la que aspiramos.

Las imágenes importan. Hagámoslas contar.

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